miércoles, mayo 16, 2007

PETER VIERTEL

PETER VIERTEL · GUIONISTA Y ESCRITOR, ÉPOCA DORADA DE HOLLYWOOD
"Un hombre sin un gran amor es medio hombre"
IMA SANCHÍS - 16/05/2007

Tengo 86 años. Nací en Dresde (Alemania) y vivo en Marbella. Mi mujer, Deborah Kerr, está muy enferma de parkinson. Tengo una hija de mi primera mujer, y Deborah tiene dos hijastras de su primer matrimonio. Y tengo tres nietos. Soy liberal y ateo por la gracia de Dios, como dice Buñuel. Publico Una bicicleta en la playa (Berenice)

- Tengo un problema.

- ¿De qué se trata?

- Mis tres nietos quieren ser guionistas y yo les digo que ni se les ocurra.

- ¿Y por qué aconseja a sus nietos que no sigan sus pasos?

- Los consejos no forman parte de la experiencia sino de la idea que tienes de lo que deben ser las cosas, y no suele coincidir con la realidad.

- Su realidad no ha estado nada mal.

- La verdad es que no. Mi infancia fue un sueño, vivíamos en la playa, en California; el mar estaba limpio, el sol no abrasaba.

- Quizá le abrasara la importancia de llamarse Viertel.

- Crecí en un ambiente absolutamente exclusivo, pero de niño no te enteras. Mi padre era austriaco, poeta y director teatral que dirigió y produjo en Hollywood 15 películas. Mi madre, actriz y escritora polaca. Durante la década entre los 30 y 40 nuestra casa era punto de encuentro de la intelligentsia europea que buscaba refugio en Estados Unidos.

- Thomas Mann, Bertolt Brecht...

- Y Serguei Eisenstein, Arnold Schönberg, Aldous Huxley, que coincidían con estrellas rutilantes como Chaplin, Greta Garbo o Marlene Dietrich en las cenas que mi madre organizaba.

- ¿Resultado?

- A los 18 años escribí mi primera novela, The canyon.

- Y se escapó de casa.

- Sí, me alisté en los marines, yo quería luchar contra Hitler, pero me enviaron al Pacífico y acabé luchando contra los japoneses.

- Ironías de la vida.

- Para salir de allí y volver a Europa, como dominaba el francés y el alemán, me alisté como voluntario en el servicio secreto y así conseguí llegar a Francia.

- ¿Qué sacó de ese periodo?

- La guerra y los amores son las dos cosas que finalmente importan.

- Eso si es resumir.

- Las mujeres que pasan por su vida son la influencia más grande que tiene un hombre.

- Pues hábleme de sus mujeres.

- La primera era una escritora, mayor que yo, muy inteligente pero complicada... Quizá me influyó leer a Flaubert. Me divorcié y diez años después conocí a Deborah Kerr, y me enamoró lo mismo que a todos, su belleza y su inteligencia. Pero hoy puedo asegurarle que es mejor persona que yo.

- A su madre no la ha nombrado.

- Si tienes una madre que es actriz y está siempre ocupada, la tata es más importante que ella. Yo la admiraba, fue una mujer de largos silencios, con mucha clase y que intentó salvar a toda la familia del nazismo.

- Su abuela consiguió escapar de Rusia gracias a Greta Garbo.

- Bueno..., gracias de nuevo a las tonterías de la vida: el embajador americano en Moscú estaba enamorado de Garbo. La Garbo jamás daba autógrafos. Mi madre le pidió un autógrafo y lo cambió por la abuela.

- Usted también tuvo padrinos poderosos.

- Nací dentro de Hollywood, no tuve que conquistarlo, y trabajé como guionista para Hitchcock, Huston, Roger Vadim, Litvak.

- Con John Huston se fue a rodar a África.

- El rodaje de La Reina de África fue un tormento. A Huston le importaba todo mucho más que el cine.

- En el libro que a usted le hizo famoso, Cazador blanco, corazón negro,retrata a un Huston alcoholizado, ¿no se enfadó?

- Explico su conducta brutal y autodestructiva durante el rodaje y su obcecación por cazar un elefante que casi termina por arruinar el proyecto. Pero Huston pareció no enfadarse, incluso me dio algún consejo para perfilar el final de la novela. Los resentimientos afloraron años después.

- Hábleme de sus amigos.

- Los mejores fueron Robert Capa e Irwin Shaw. Orson Welles era muy generoso con su talento, siempre te daba buenos consejos, pero si alguien le aburría lo ignoraba. Billy Wilder era muy divertido, un genio mal hablado y un amigo difícil, demasiado sarcástico. A Hemingway lo admiraba antes de conocerlo, pero era un gran egoísta.

- Generosidad y alcohol no son compatibles.

- Lo sé, era el gran problema de los escritores de mi época: talentos infelices.

- ¿Cuáles han sido sus debilidades?

- El surf y las señoras en las que has de invertir mucho tiempo, pero son más sanas que el alcohol.

- ¿Le han enseñado algo?

- Todo. A vivir y a sentir. Creo que un hombre que no tiene un gran amor es un medio hombre.

- ¿Cuál ha sido la mejor edad?

- De los 18 a los 25 años fue una época muy apasionada, luego las emociones son menos intensas. Mi hija fue encarcelada en Colombia por traficar con droga. Viajé con Luis Miguel Dominguín, compañero de aventuras en Marbella, para liberarla, no fue fácil. Pero por qué le cuento todo esto...

- ¿Cree que a su hija le afectó tener los padres que tiene?

- Para criar a nuestras hijas, Deborah y yo nos fuimos a Suiza, una vida muy tranquila. Quizá exista el destino.

- ¿Qué merece la pena en la vida?

- Es difícil vivir sin tener una pareja que vea la vida con tus mismos ojos. Debes trabajar en lo que te gusta sin amasar dinero. Yo he pasado toda clase de aventuras, incluidas guerras, pero nunca me he desencantado. Mi tendencia, que no es buena para la taquilla pero sí para la salud, es ver el lado positivo de las cosas.


SER Y ESTAR

Estuvo en el lugar y en el momento adecuados. Dos circunstancias coincidieron: nacía el cine sonoro, la gran industria necesitaba escritores. Mientras, en Europa, el auge del fascismo provocó que un nutrido grupo de intelectuales se refugiara en Estados Unidos y fuera a parar precisamente a casa de los Viertel, que habían llegado a Hollywood poco antes. Así el pequeño Peter se convirtió en testigo privilegiado de la vida y la obra de personajes como Thomas Mann, Brecht, Eisenstein, Schönberg, Huxley, Max Reinhardt o Billy Wilder. Y de la época dorada de Hollywood. Él también trabajó como guionista con los mejores directores, pero quería ser escritor, así que a los 28 años huyó de Hollywood. Ha vivido en París, Suiza y España.


Visto en Radiocable

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