La carrera de fondo de La Habitación Roja
El cuarteto valenciano publica su sexto disco, 'Cuando ya no quede nada', e inicia una larga gira por España y México
AMELIA CASTILLA - Madrid - 02/05/2007
Jorge Martí, cantante y compositor de La Habitación Roja, vive con su compañera y su hija de meses en una ciudad cerca de Oslo, lo que en tiempos de Internet no supone ningún problema para el funcionamiento del cuarteto valenciano. El correo electrónico y los vuelos baratos mantienen unidos a los componentes de una de las bandas más potentes de pop-rock independiente en castellano. Su nuevo disco, Cuando ya no quede nada, 11 canciones en las que mandan los desórdenes emocionales, llega acompañado de una larga gira que se inició el viernes en Valencia, lugar de nacimiento del grupo y uno de los puntos donde cuentan con mayor número de seguidores.
"Los periodos de barbecho siempre resultan positivos; hemos pasado de vernos todas las tardes a otros momentos de prolongada separación, pero cuando nos juntamos trabajamos intensamente. Ensayamos muy duro para preparar el disco, tocamos mucho para grabar y ahora seguimos pegándole fuerte para preparar la gira. La gira anterior nos reportó más de cien conciertos", cuenta Martí, en la sede madrileña de Mushroom Pillow, la discográfica con la que han grabado los últimos CD y una de las impulsoras de este tipo de sonidos.
Cuando ya no quede nada, el sexto disco de su carrera, es el resultado de casi dos años de trabajo y de una dura tarea de selección de entre una larga lista de temas preparados. Para la grabación viajaron en diciembre pasado a los estudios de Steve Albini en Chicago. The Stooges había terminado de grabar no hacía mucho y The Breeders casi salían por la puerta cuando entraba La Habitación Roja. Un mes después se desplazan a Londres a los estudios Abbey Road para remasterizar el disco.
"Esto es una carrera de fondo, que se inició hace más de una década, pero ya empezamos a ver los resultados. De momento seguimos creciendo en lo que a público se refiere", añade Martí. "Hemos ido quemando etapas de una manera un poco atípica, pero hicimos una apuesta y puedo decir, porque mis compañeros también piensan así, que la música es lo que más nos gusta. Como los niños, seguimos creyendo en los Reyes Magos". Y en su caso se puede añadir que sus seguidores participan de esa misma ilusión. La Habitación Roja se puede enmarcar como una de esas bandas que cuentan con un público fiel que sigue todos sus movimientos. No venden millones, pero gozan del apoyo de la crítica.
La actualidad siempre ha afectado a la música de La Habitación Roja. Hasta ahora muchas de sus canciones mostraban algunas pinceladas políticas, aunque la mayor parte de los temas suenen con cierto toque romántico -"Como compositor, me atraen las relaciones humanas porque se las puede aplicar cada uno a sus propias vivencias"- ; sin embargo, en esta ocasión han avanzado un paso más. Hubo un momento en que pensaron titular su nuevo trabajo Todos los gobernantes mienten, pero luego descubrieron que ya había sido usado por un grupo británico. Entre temas de gran belleza como La vida moderna o Posidonia se escucha Tened piedad del ex presidente, un disparo crítico y explícito contra Aznar por algunas de sus epatantes declaraciones. "La política apesta de un lado y de otro; me exaspera esa filosofía del 'y tú más', pero Aznar me suele dejar perplejo con frecuencia, como cuando dijo eso de que a él nadie le había pedido perdón por invadir su país durante siglos", aclara el cantante.
Cuando ya no quede nada sale a la vez en México, donde tienen previsto actuar en junio, una plaza en la que debutaron el pasado año y a la que les hace especial ilusión volver a recalar.
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